Anna Kiesenhofer, austríaca de 30 años, empezó a destacar en ciclismo durante el 2016 en su estancia en la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) donde cursó su Doctorado en Matemáticas Aplicadas. En su etapa en Barcelona, fue ciclista amateur en nuestro equipo ciclista femenino Costa Brava Mediterranean Foods, donde se proclamó campeona de la Copa de España. Este campeonato fue el pase para dejar atrás las pruebas amateur y centrarse el el ciclismo de élite, donde se propuso como objetivo participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Su oro olímpico en la categoría femenina de ciclismo «Carrera de Ruta Femenina» en Tokio, fue una gran noticia para todos destacando que fue la primera mujer austríaca en ganar una medalla en una carrera olímpica de ruta, y la primera en ganar una medalla olímpica en cualquier disciplina del ciclismo en 125 años.
Empezó a despuntar en nuestro equipo ciclista en 2016, el mismo año en el que llegó a ser segunda clasificada en el Campeonato austríaco de contrarreloj, en el que ganó una etapa, y fue segunda en el Tour Cycliste Féminin International de l’Ardèche (Francia).
Sin embargo, cuando iba a dar el salto al ciclismo profesional, unos problemas de osteoporosis en su columna vertebral, le obligaron a dejar el ciclismo de competición. Es por este motivo que la austríaca fue la sorpresa de estos Juegos Olímpicos, ya que esta situación sucedió 4 años atrás y simplemente seguía compitiendo de forma amateur, sin contrato profesional, por qué la bicicleta era su pasión.
En las Olimpiadas, los equipos rivales con ciclistas que aspiraban al título no tuvieron en cuenta a Anna, que gracias a sus cálculos y perseverancia, se había distanciado des del primer momento, por lo que se llevaron una sorpresa cuando llegó en solitario a la meta, con un tiempo de 3:52:45, quedaba en primera posición en el podio. Esto en parte también fue debido a que no había ninguna comunicación posible entre equipos y ciclistas, como en el resto de las competiciones, ya que la comunicación en las competiciones olímpicas no está permitida.
Entre sonrisas y lágrimas, Kiesenhofer celebraba su mayor éxito tendida sobre la meta del Circuito Automovilístico Internacional de Fuji (Tokio), donde sus primeras palabras públicas fueron:
«Simplemente estaba tratando de llegar a la meta. Mis piernas estaban completamente agotadas. Nunca me he agotado así en toda mi vida. Casi no podía pedalear más. Sentí como si tuviera cero energía en mis piernas. Es tan increíble. Realmente me he sacrificado mucho para hoy. No esperaba terminar así. Sacrifiqué todo aunque fuera por un puesto en las primeras 15 y ahora logro esto, por los sacrificios, es una recompensa justa, es increíble»
Según el sitio CyclingNews, había publicado en Twitter un gráfico que demostraba su meticuloso proceso de aclimatación, anticipándose a las altas temperaturas de Tokio, con lo que a parte de la preparación física, estudió y calculó todos los detalles para conseguir su objetivo.
Actualmente trabaja en la Universidad de Lausana de Suiza, donde combina la investigación con la enseñanza.
Desde Costa Brava Mediterranean Foods le deseamos a Anna muchos éxitos en sus carreras. Y animamos a nuestro Equipo Ciclista Femenino a seguir sus sueños porque con valor y dedicación se pueden hacer realidad.
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